Desorientado entre
las callejas de la ciudad,
Me detuve un
momento sin necesidad
Y de repente
apareció ella como una visión
Caminando muy delante de mí en medio de la jungla de asfalto
Después que me
abandonara una mañana de invierno.
Me sorprendió correr
los 100 metros
planos
Sin notar cansancio
aparente.
Pero la alcancé en
un pasaje del centro.
Me reconoció
haciendo un esfuerzo
No me llamaste me
espeto a la cara
Y siguió bruscamente su camino esa mañana
Sin volver la mirada
atrás.
Quedaron preguntas y
tiros en el aire
Redondos y duros,
Atascados en las
alcantarillas de las dudas,
Mezclados con sudor
y bailes de mambo.
Tu sonrisa detenida en el aire,
El meneo de tus
caderas en el congelador
Ya no hay mas
preguntas en el descanso
Solo queda un camino
largo
Y resignado me perdí
para siempre en la ciudad.
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