miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA POESIA DE LA GENERACION PERDIDA DE LOS AÑOS 70 y 80/JUAN ENRIQUE PIEDRABUENA RUIZ TAGLE/RODRIGO VERDUGO PIZARRO



Hablar de la generación del 70, llamada tambien por algunos críticos y poetas como “Generación del 80” o “Generación NN”, es hablar de muchos jóvenes poetas de aquella época que comprendieron muy temprano que  su proyecto de vida y de pais se había truncado por el golpe de estado y  la dictadura militar y como consecuencia de esto algunos llegaron a sufrir directamente un exilio interior o se marcharon fuera del país, cuando eran muy jóvenes, perdiéndose de esta manera los sueños de los que habían participado o militado durante la época de la Unidad Popular.
Entonces los que se quedaron comenzaron a expresarse en dicha época de dictadura, (bajo la presión de la censura y como también se ha señalado bajo la presión de la autocensura) a través de  talleres literarios, publicaciones de revistas artesanales, y sobre todo autoediciones de sus obras, formando un verdadero tejido cultural subterraneo, absolutamente marginal a la cultura oficial. La mayoría de estos poetas y artistas se agrupaban en peñas folclóricas, que habían formado los amigos donde se  podían reunir, y escuchar alguna canción. Ese tipo de de actividad no tenían nada que ver con la bohemia de los poetas del 50 o del 60. La Bohemia de los antiguos poetas, era un estilo de vida, pero en cambio  esta generación, se articulaba en torno a verdaderos proyectos de resistencia cultural en dicha época, para poder sobrevivir. No puedo dejar de mencionar a Pedro Gaete recientemente fallecido, ex militante del Mapu y posteriormente militante socialista, que se quedó en el país. Pedro formó la “Casona de San Isidro”, Peña folclórica y cultural muy importante para la época, ya que recibía a artistas o poetas ajenos al sistema, y que no tenían espacio en ninguna parte para expresarse, como es el caso del poeta y musico Mauricio Redoles que le dedico una famosa canción a Pedro Gaete, y como de tantos otros músicos que se presentaron en dicho lugar entre los que podemos mencionar a: Hugo Moraga, Arak Pacha, Patricio Liberona, Florcita Motuda, Isabel Aldunate, Santiago del nuevo extremo, etc. En esa época los poetas participaban en actos multitudinarios, sin ir mas lejos tenemos el caso del poeta Erick Polhammer, recitando en el teatro Caupolicán su poema “Los Helicopteros”, ante un publico que entendía claramente de lo que estaba hablando el poeta…… ya que como se ha señalado ese poema se transformo desde su primera publicación en la mitica revista “La bicicleta”, en un icono de toda esta generación.
Así, fueron de caracter marginal todas las publicaciones, los talleres y las peñas de dicha época, que aparecían y desaparecían. Si caracterizamos la mayoría de las obras de estos poetas, notaremos el predominio de una poesía coloquial, irónica, caustica e irreverente que no podía definirse exactamente como antipoesìa, a pesar de la cercanía  que muchos tuvieron con Nicanor Parra. Los poetas del 70 o del 80, fueron la generación perdida que no quiso ser tragada por el sistema, y  hablaron de una forma u de otra en sus obras, del desarraigo, la nostalgia de los mundos perdidos, el ejercicio de la ironía como arma arrojadiza, del amor trashumante entre varios mundos,  la utilización de la crítica, y en muchos casos la adopción de una escritura marcada voluntariamente por una terminología proveniente del estructuralismo, como se aprecia en muchos poetas que participaron en mayor o menor grado de la escena de la neovanguardia artística chilena, (que denominaba a todo aquel grupo de artistas visuales que situaron su producción estética en esa época)  y es tambien a travez de la simbología del lenguaje que  estos poetas adoptaron un dispositivo linguistico que hablara de lo que no se podía hablar directamente en esa época, siendo (pongo como ejemplo el caso de las poetas Veronica Zondek, Eugenia Brito, Soledad Fariña, Carla Grandi, y Marisol Wexman) una poesía que denuncia la violencia ejercida sobre los cuerpos.
Los poetas de generaciones anteriores en nuestro país (sobre todo los de la generación del 50, del 60 y tal vez también la del 38) tenían un sentido de arraigo, de pertenencia, por eso la poesía de Jorge Teillier, tiene el olor a nostalgia de la infancia perdida. En cambio, la generación del 70 quedó en la tierra de nadie, perseguidos por el régimen, viviendo en un país que ya no les pertenecía, muchos permanecieron en exilio interior o se tuvieron que ir a países distintos, como Alemania, Francia, Suecia, Italia, Union Sovietica, etc, donde sin embargo continuaron haciendo revistas, editando sus propias obras y creando instancias de difusión de otros poetas. Aquí pongo como ejemplo la poesía de: Jorge Ragal, Erick Polhammer, Ricardo Wilson, Francisco Javier Zañartu, Jorge Montealegre,  Raul Zurita, Teresa Calderón y otros mas, en todos ellos hay rasgos compartidos, pero por sobre todo esta esa visión de no pertenencia y de crisis de ese extrañamiento.         
Algunos poetas obtuvieron más reconocimiento que otros, si mencionamos que varios de estos poetas obtuvieron el Premio Pablo Neruda y que Raul Zurita obtuvo el Premio Nacional de literatura, y que otros no solo no tuvieron ningun reconocimiento en vida sino que terminaron en el suicidio. La mayoría de los poetas de dicha generación  tienen  libros autos editados,  en ediciones limitadas y publicaciones en revistas, que en su momento circularon en forma mimeografiada y fotocopiada y que ya desaparecieron.
Es hora de rescatar a los poetas de dicha generación, como aporte a la historia del Chile de una época, para que ya no sean la generación pérdida después de la dictadura.

Como decíamos muchos de estos poetas se marcharon del país muy jóvenes hacia el exilio y pronto comenzaron a incorporar en su poesía, giros idiomáticos, valores y culturas distintas a la nacional, llegándose a una poesía que expresa en un verdadero mestizaje cultural sin dejar de ser chilena. En el poema “exilio” de Jorge Ragal, texto perteneciente a su libro “Chicles Calientes”, se explica muy bien el proceso del desexilio de los poetas de la generación que volvieron: 

“Los viejos amigos vuelven a casa.
Traen en sus maletas hermosos libros
Hechos a mano.
Un festín de sueños y mordiscos.
Otras fiebres los han contagiado.
Otros nombres de mujer.
Michelle, que bailaba en París
Y viene a caminar a estas playas.
Estos poetas respiran otro aire.
Hablan en múltiples idiomas.
No recuerdan giros criollos.
Garabatos de adolescencia.
Los viejos amigos quieren morder esta carne.
Sus hijos quieren volver a casa.

Como vemos, en este poema de Jorge Ragal se agudiza el sentido de  desarraigo y conflicto con el propio país. Así , la poesía  de dicha generación expresa un sentimiento de  nostalgia también hacia los países que los habían acogido y que luego tuvieron que dejar al volver, sentimientos de no pertenencia a ninguna parte, conflictos entre los padres que volvieron y sus hijos que ya  no pudieron integrarse y se devolvieron al extranjero, y como dice Jorge Ragal, son poetas que se embebieron en otros libros, hechos a mano, que hablan en otros idiomas, incluso mejor que en el propio, que se expresan en un mestizaje cultural, que a lo mejor su poesía expresa la nostalgia de la pérdida de otras patrias ajenas a la propia. Son todos poetas de la misma generación, todos con la misma idea del lenguaje coloquial, critico, irónico y desarraigado, e incluso rebelde con la propia patria, aun después de la dictadura. No podemos dejar de recordar la poesía de Germán Rojas, poeta cultivado en Italia, donde transcurrió gran parte de su vida, y donde quedó parte de su familia, en su obra también esta el ansia de recuperación total del espacio geográfico y afectivo. Hemos mencionado a algunos miembros de esta generación, pero seria incompleto este articulo sino hacemos mención a otros poetas de esta generación cuyas obras son capitales al momento de hacer mención a esta generación perdida, estos poetas serian: Rodrigo Lira, Roberto Bolaño, Cecilia Vicuña, Antonio Gil, Barbara Delano, Carlos Alberto Trujillo, Gustavo Mujica, Claudio Bertoni, Radomiro Spotorno, Javier Campos, Leonora Vicuña, Jose Maria Memet, Diego Maqueira, Carlos Cociña, Clemente Riedeman, Bruno Montane, Eduardo Llanos, Esteban Navarro, Elvira Hernandez, Tomas Harris, Jose Paredes, Alvaro Ruiz, Armando Rubio Huidobro, Aristoteles España, Alicia Salinas, Alejandro Jara, Cristian Vila, Carmen Gloria Berrios, Cristobal Santa Cruz, Gregory Cohen, Cristian Warken, Elicura Chihuailaf, Egor Mardones, Eduardo Correa, Felipe Tupper, Erwin Diaz, Fernando Viveros, Gonzalo Muñoz, Guillermo Valenzuela, Gonzalo Santelices, Juan Solis de Ovando, Jordi Lloret, Hernan Meschi, Horacio Eloy, Isabel Gomez, Juan Miguel Arteche, Jaime Lizama, Jily Verteux, Jorge Loncon, Jorge Ramirez Avila, Luis Correa Diaz, Marina Arrate, Mauricio Electorat, Mauricio Barrientos, Natasha Valdes, Ricardo Cuadros, Roberto Merino, Santiago Elordi, Gonzalo Millan, Juan Armando Epple, Eduardo Parra, Manuel Alcides Jofre, Julio Piñones Lizama, Juan Cameron, Miguel Vicuña, Carmen Berenguer, Hernan Miranda Casanova, Antonio Arevalo, Tito Valenzuela, Gustavo Adolfo Becerra, Sergio Mansilla, Juan Forch, Paulo de Jolly, Francisco Casas, Carlos Decap, Andres Morales, Alexis Figueroa, Lila Calderon entre otros. 

 

Juan Enrique Piedrabuena Ruiz-Tagle: (Santiago de Chile, 1951). Abogado y Magíster en Administración de Empresas. Vivió en Barcelona (España), entre 1973 y 1997, donde participó en el grupo literario “L` Ocell Radiant”, en la Floresta, Sant Cugat del Valles, Barcelona, España), y en su revista homónima. De vuelta en Chile ha participado en algunos grupos Literarios y además en el Taller de poesía "El Caleuche" dirigido por la poeta Tatiana Olavarria en la SECH. Miembro de la APOC Asociación de Profesionales Catalanes.
Es además uno de los editores de la Revista literaria "Joan Brossa". Actualmente trabaja en su primer libro de poesía: "Poemas del desarraigo" (Prologo de Rodrigo Verdugo).







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